Al igual que
las personas, los animales también pueden recibir Reiki, y puedo afirmar que
dar Reiki a un animal es precioso (aunque reconozco que la práctica del Reiki
siempre es bonita).
Siempre que he
dado Reiki a un animal, ha sido porque él me lo ha pedido, si si, los animales
nos lo piden, ¿y cómo?, pues de un modo muy sencillo, solo tenemos que
escuchar, estar atentos, y sabremos si quieren recibir Reiki y dónde, o por lo
menos así me sucede a mí.
Puedes estar
tranquilamente comiendo en casa de unos amigos, y notar como su perro se acerca
a ti, tus manos “se conectan” solas y te das cuenta de que tienes que poner tu
mano sobre su tripa, no hay que hacer nada más, cuando haya recibido la energía
necesaria en ese momento, él se quitará solo.
Al igual que a
las personas, gracias a esta técnica, podemos ayudar a que nuestros animales
estén más tranquilos, aliviarles el dolor, ayudar a mejorar en una enfermedad,
y aunque no es algo que guste, ayudarle en sus últimos días cuando ya están tan
malitos que sabemos que no hay vuelta atrás.
Además de
darles Reiki directamente a ellos, también podemos aplicar energía a su comida,
agua, medicamentos, ¡incluso a su camita!, no hay límites.
Me gustaría
compartir con vosotros dos fotos de dos de los animales a los que he tenido el
honor de dar Reiki.
Os presento a
Brava, una gran perra, que como podéis apreciar, muy pequeñita en tamaño no
era, y os reconozco que siempre me dio miedo, hasta que el Reiki intercedió
entre nosotras, para mí fue un reto, ya que noté que ella me lo pedía, y a mí
me daba miedo tocarla…. Y además a su dueña yo todavía no la había hablado
mucho de esta técnica (ahora no la dejo tranquila jajajaj), pero por supuesto,
no estaba dispuesta a que mis “barreras” dejaran a Brava sin Reiki, a si que
pude compartir con ella varios ratitos de tratamiento, dirigidos por ella por
supuesto, y que me permitieron conocer a esa gran perra y perder el miedo que
sentía por ella, lo cierto que se crea una comunicación con el animal, que de
momento no se explicar con palabras… darme tiempo y veréis jajajaja.
Brava fue uno
de esos casos en los que el animal está muy malito y no hay vuelta atrás….. Me
alegró cuando su dueña me comentó que la notaba tranquila cuando supuestamente
tendría que estar muy dolorida, y sentir que pude poner mi granito de arena
para que ella se fuera de un modo mejor. Aquí os dejo la foto de esta
preciosidad, mucha luz allá donde estés pequeña.
Y este es el
pájaro de un amigo, le han criado desde mochuelo, no os penséis que el Reiki
hizo que no saliera volando de mis manos, que no digo que no se pueda conseguir
jajaja, pero en mi caso aún no lo he vivido, estuvo en mis manos el ratito que
quiso, cogiendo la energía y después volvió a su “no jaula” (tiene la puerta
abierta).
A sí que si
aún no lo habéis hecho, ya sabéis a reikear a animales ;).
Un gran abrazo.
Eva María